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légamo

Légamo significa "Barro", "cieno", "limo pegajoso" :

 ... (el légamo de un pantano).


Es un tipo de arcilla de algunos campos de cultivo.
Realmente el vocablo “légamo” proviene de los celtas, ya que la raíz “leg” significaba “formar una capa”… y se refiere a barro pegajoso. También se le denomina en la Alcarria como “limo”.

A este barro, además se le cita con “n” con el término “légano”, como se puede observar en la raíz del municipio de Léganes /Madrid.

El légamo es un material suelto con una granulometría comprendida entre la arena fina y la arcilla. Es un sedimento clástico incoherente transportado en suspensión por los ríos y por el viento, que se deposita en el lecho de los cursos de agua o sobre los terrenos que han sido inundados. Para que se clasifique como tal, el diámetro de las partículas de limo varía de 0,002 mm a 0,06 mm.

Es típico el limo depositado por el río Nilo después de las inundaciones periódicas que aportaban terreno fértil para la agricultura, desde el antiguo Egipto, hasta que este flujo fue interrumpido por la construcción de la presa de Asuán.

Al no tener cohesión, es un terreno problemático para edificar sobre él, y en obras de arquitectura o ingeniería, es necesario adoptar sistemas especiales de cimentación.

Limo orgánico: barro, lodo, restos vegetales.

Limo inorgánico: con inclusión de polvo de rocas. En este tipo se encuentra el loess pampeano: limo fino sin estratificación.






"Perseguido":

 
En el turbio pantano
las ascuas del crepúsculo se hundieron
y en su légamo oscuro, sofocaron
las ranas, su incesante rumoreo.


Hubo un silencio opaco
que resbalaba en el paisaje muerto;
y en las nubes de acero y de petróleo,
entre relámpagos, temblaba el miedo.


Del lejano villorio
llega hasta el valle el galopar frenético:
lagartijas que ondean junto al agua,
entre las algas desaparecieron.

Un disparar de armas
que escupen llamaradas a los lejos:
El jinete se encorva sobre el lomo
de su corcel lustrado por el viento.

Hasta el pantano ardiente,
tiende la pólvora crespones fétidos;
el galope frenético se acerca,
moderándose en torpes golpeteos.

Con sus herrados cascos,
quiebra el corcel los vidrios del espejo;
un cuerpo se desploma en el pantano
para anegarse en su profundo légamo.


Erizadas las crines
bebe el corcel en el sanguinolento
charco. Desde el remoto caserío
llega el lúgubre aullido de los perros.

Reanudaron las ranas
su estúpido y agudo clamoreo.
Las lagartijas lamen el cadáver
y un basilisco se subió a su pecho.

Las ascuas del crepúsculo
negras están como el pantano infecto:
y al claror de relámpagos asoma
una crispada mano de su légamo...


@Ramiro Dominguez


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