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albarda

Pieza principal del aparejo de las caballerías de carga, que se compone de dos a manera de almohadas rellenas, generalmente de paja y unidas por la parte que cae sobre ambos lados del lomo, dejando éste en hueco a fin de que la carga no lastime al animal.

Otras variedades:


Albarda gallinera
la que tiene las almohadillas planas.

Albarda maragata
la que es larga y estrecha por alusión a la que empleaban los Maragatos para sus caballerías a las cuales cubría desde la raíz del cuello hasta las ancas.


Expresiones relacionadas :

Albarda sobre albarda.
Se usa cuando se impone un nueo gravamen a quien ya está sufriendo otro y cuando en la conversación o por escrito se repite una cosa sin necesidad.

A otro burro con esa albarda.
Se dice cuano no se quiere admitir un trabajo demasiado penoso.

Ahora llueven albardas.
Se dice cuando oímos alguna cosa que nos parece imposible.

Echar una albarda a uno.
Abusar de la paciencia de uno, haciéndole aguantar lo que no debe.

Volverse la albarda a la barriga.
Salir una cosa al contrario de lo que se deseaba o esperaba.




oficio de albardeiro:

Lo mismo que en otros oficios ambulantes el aprendizaje del oficio era de tradición familiar. Desde muy joven se seguía al padre o a un familiar por montañas, valles y llanuras buscando trabajo y aprendiendo el oficio.
A los 18 o 20 años se suponía que se había aprendido lo necesario y el aprendiz convertido en maestro se independizaba.
La campaña comenzaba a mediados de febrero según el tiempo que hacía y la nieve de los caminos. Se iba andando o bien con caballo o mulo.
Se salía de madrugada, en un día hasta Sas de Penelas en donde se dormía en casa Pedro, a continuación, en jornadas parecidas se iba hasta el Bierzo, León, Zamora, Asturias, Lugo, etc.
Se volvía por San Pedro o bien a mediados de Julio que era la fiesta de Castro Caldelas y a veces se hacía otra salida en Septiembre hasta poco antes de Navidad.
El resto del tiempo se tenía que trabajar la tierra PUES DE NO HACERLO así se comía en poco tiempo lo poco que se ganaba. La ganancia era pequeña, en 1955 se ganaba entre 6.000 o 7.000 pesetas.
En el Bierzo se ganaba más pues los bercianos vendían fruta, uvas, productos de huerta, trabajaban más con los caballos y por lo tanto necesitaban más albardas. Los materiales se compraban en los Diéguez, Curtidos Blanco y otros.
Desde los pueblos de la montaña se iba andando hasta Esgos donde se cogía el Mangana. Se compraba el material, sobre todo cueros de distinto tipo.
En las ferreterías se compraban las herramientas necesarias (cuchillos de una y de media lanza, tijeras, martillos, agujas, etc.). A la vuelta se dejaban en la casa de la Sra. María o en el Pepe Chisco y con los caballos se llevaban hasta los pueblos.
Los caminos a recorrer eran malísimos, las aldeas y pueblos muy pobres. Era difícil encontrar trabajo y muchas veces éste se encontrataba en las ferias.
A veces resultaba problemático encontrar alojamiento para dormir, se pedía por favor, con mucha amabilidad, enseñando el carnet de identidad y si a pesar de ello no se encontraba lugar para pasar la noche, había que hablar con el pedáneo pues obligatoriamente tenían que dar habitación.
La comida se hacía en el lugar en donde se trabajaba , era plato único algunas veces acompañado de vino, aunque a veces había dificultades para poder pagar la comida, pues pasaba tiempo sin que se hiciese trabajo alguno, de ahí que cuando la reparación era pequeña no se cobraba nada, pues se justificaba por la comida o por la habitación para dormir.
El trabajo se realizaba durante el día, de sol a sol, en invierno se salía a las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde mientras que en verano se volvía a veces a las diez de la noche. Se recorrían de 25 a 30 kms. en invierno y hasta 40 kms. en verano.
Con la familia había poca relación.,se recibía carta en un lugar determinado o si llegaba algún amigo. La mayoría de las veces no se recibía ninguna comunicación en toda la campaña.
Un comunicante de Os Pensos dice "empecé a ir de albardeiro en 1940 en la zona de Chaves cuando tenía 9 años con mi padre, con pantalón corto. Miraba como trabajaba y así fui aprendiendo el oficio. Lo deje en 1965 que marche a Suiza, pero al volver en 1985 seguí en el oficio en la zona del Bierzo, Castro Caldelas, Quiroga, Manzaneda, etc. aunque cada vez con menos trabajo."

Los labardeiros confeccionaban tambien otras piezas relacionadas con las albardas:


- sillas, se hacían pocas pues venían de fuera mejor trabajadas y más baratas.
Las utilizaban curas, médicos, señoritos.

- albardas, se hacían muchas de diferentes tamaños y tipos.
Se confeccionaba la armadura de tela de saco o arpillera, se llenaba de paja, se ponían unos palos por medio para darle consistencia. Se cubría con cuero que se adornaba con estrellas, clavos de metal dorado, cuero trenzado en tiras, etc.

- alforjas, se vendían muchas en El Barco para transportar agua o vino.- retranzas o atafal, conjunto de correas de cuero que se pasaba por la parte trasera del animal para impedir que la albarda se vaya para adelante. Lo mismo que la albarda podía ser más o menos.

- cincha, era una banda de cuero que sujetaba la albarda por debajo del animal.

- collaron, se ponía en el cuello del animal.

- la cabezada, podía ser más o menos complicada, con ronzal de cuero o cadena. Solían ir adornadas con tiras de cuero, con lazos de colores.

- antojeras o bridones, para impedir la visión lateral del animal.
También se hacían toda clase de reparaciones de esas mismas piezas.


El material utilizado dependía de la pieza:

- piel de becerro o de toro para el carro, collarón, retranza o silla.
- piel de becerro más fina para la albarda.
- piel de oveja o ternero e incluso de conejo para la badana.
- seda para cribar harina, centeno, maiz, etc.
Además hilo de cáñamo, agujas, cera fría para engrasar la piel, sobela o lerna, peinador para hacer el agujero más ancho para pasar pieles finas, picas para hacer agujeros, sacabocados, hebillas, argollas, clavillos dorados para decorar, campanillas, cuchillas de uñeta o de media luna, etc.

A veces, además de albardeiro se hacían otras actividades complementarias, estañar, arreglar paraguas, hacer cribas.

El oficio desapareció cuando el coche sustituyó al caballo como forma de desplazarse de un lugar a otro. El albardeiro continuó con la tradición de marchar lejos para buscar trabajo y comenzó la emigración a Europa.

Como me decía un albardeiro que había recorrido media España y media Europa con pena y a la vez con rabia "la juventud no quiere aprender el oficio".

artículo del oficio de albardeiros comentado por Juan Pulgar Fernández

Albarda

Soy mi memoria.
Piel errante,
subsistiendo entre mi último balido
Y mi eterna obligación de partir.
Yo
Dona Albarda
Mariposa inválida de mi forma
sobreviviendo al sueño y al tropel.

Toro en mi torso
-con mis cuernos en vacío
como una antigua furia que se cubre de olvido.

Novillo en mi piel
-deseo limítrofe en mis cascos perdidos
como un antiguo cansando que no llega al recuerdo.

Buey en mi cuero
-testículos arrancados a la sucesión
conjugando solteramente mi amor con la carreta
como una vieja madera conyugal quemada por el viento.

Yo
Doña Albarda
Vaca en mi soledad y piel
-con mis fervientes ubres excluidas de la sed
con el candor de mis pupilas hundidas bajo los ríos
con mi antigua maternidad creciendo bajo los árboles.

Yo
con mi linaje
con mi bandera de muertos
repitiendo el deseo de horizonte
caminando
eternamente sonando el tambor de mi piel
como la luna.
Caminando sobre la llanura estúpida y fangosa
caminando
sobre la abierta senda pisoteada
caminando
bajo la lluvia torrencial y lacrimosa
caminando
bajo la garúa susurrante
caminando
bajo el sol insolente y fogonero
caminando
entre la música metal de los lecheros
caminando
tras de la tarde herida bajo el ala
caminando
tras de la noche
caminando
tras de la muerte,
de nuevo caminando…

Poema de Pablo Antonio Cuadra

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